Desde que Jorge Luis Borges escribió su bestiario de zoología fantástica, la poesía se ha transfigurado en una especie de monstruo antediluviano. Hoy se sabe que el cúmulo de problemas y obligaciones de un escritor, y especialmente de un poeta, en este mundo globalizado con más tristezas que alegrías, resulta indescriptible en sus penas. De ahí que en su purgatorio la poesía luche contra la cosificación del hombre convertido en mercancía y objeto de un decorado infernal. El poeta dice más allá de todo legalismo: yo quiero salvar mi testimonio a toda costa y no morir con toda la sangre adentro, glosando a Henry Barbusse, el hoy tristemente olvidado novelista francés. Armando Landa se propone elogiar al ajedrez lleno de belleza en sí mismo y pletórico de una carga inmensa de creación con una respuesta y un paraíso posible. Puede usted, querido lector, comenzar esta partida esencial. El autor desea jugar su apertura española llevando piezas blancas; por el momento plantea la movida e4…
Número de páginas | 224 |
ISBN | 9788417104269 |
Tamaño | 152x228 cm |