Puesto que autorreseña suena a autoguiños y autobombo, al lector no le quedará otra opción que leer el libro para comprobar si lo que dice la autora puede tomarse por cierto. Ella, de cualquier modo, lo tiene muy claro: esto es apenas un camino. Testimonio a muchas voces, mosaico de entrevistas, retrato en plural o como quiera llamársele, esta obra existe por una incontenible necesidad de contar, en primer lugar, la vida del Chino Heras (La Habana, 1940, Premio Nacional de Literatura) desde dentro, con la mirada de quienes mejor lo conocen y acompañaron, de alguna forma, en los “años duros”, tiempos de hierro a altas temperaturas. Aquí se relata, por tanto, la aventura del campo cultural cubano desde los años 40 hasta la fecha; se revisan sus tejidos, fracturas, agujeros… Se diagnostican sus padecimientos. Nacido como tesis de licenciatura en Periodismo, este testimonio explora, mediante entrevistas a personalidades de las letras cubanas —Abel Prieto, Senel Paz, Francisco López Sacha, Cira Romero o el recientemente fallecido Guillermo Rodríguez Rivera—, las líneas de la política cultural cubana del último medio siglo y más. PD: Estas páginas comenzaron a escribirse en un aula, mientras el Chino impartía clases a un grupo bohemio y desenfadado que cree en la literatura como lo que es: un modo de vida. El único posible para ellos o, al menos, para la autora de esta locura.
Número de páginas | 338 |
ISBN | 9788417104498 |
Tamaño | 152x228 cm |