¿Te imaginas un libro que te vale por cien leídos?
No nos negarán que queda sensacional en cualquier acto social poder hablar con conocimiento de causa de un buen ramillete de libros y autores referenciales. Lo ideal es haber leído todas y cada una de esas obras y haberlas disfrutado, pero también está la opción de acercarse a ellas de la mano de un gurú de la cosa, siempre con el ingenio y el sentido del humor inteligente como conexión. En Editorial Samarcanda nos honramos en presentar el nuevo libro de Enrique Gallud Jardiel, el indiscutible número uno de la amenidad contemporánea en lo que a conocimiento de la literatura se refiere.
Así que, si te gusta la literatura, éste es tu libro. Y si no te gusta, pues también, porque su propósito específico es precisamente simplificar y hacer amenos muchos de esos tochos infumables a los que los pedantes llaman «clásicos literarios». Nosotros sabemos la verdad, somos conscientes de que algunos de esos libros tan afamados son potentes barbitúricos que dejan grogui al temerario que intenta leerlos.
Pero como todo tiene solución en esta vida (salvo la muerte y los impuestos) hemos preparado para ti unas versiones cómicas de esas grandes obras, para que las conozcas sin tener que pasarlo mal, sino, al contrario, riendo y disfrutando de lo que tienen dentro. No tienes por qué renunciar a la literatura —ya sea en su versión original o en forma de estas simpatiquísimas parodias, escritas como cuentos, poemas o pequeñas piezas teatrales—, porque la literatura es un lugar magnífico para instalarse y vivir; es la casa de la que ningún banco te puede desahuciar.
Sepamos algo más de nuestro Enrique Gallud: nacido en 1958, este jovenzuelo es un escritor español que nació allí, estudió allá y luego se fue a ese otro sitio a hacer aquello. La verdad es que su vida no tiene interés y sobre ella hay poco que decir. Lo que sí es apasionante es la forma en la que está renovando la literatura cómica. Sin chistes fáciles, sin insultar, sin copiar al «Club de la Comedia», sin atacar a la política ni a la religión, ha desarrollado un humor inteligente y culturalista que aplica allí donde le apetece. Ha escrito parodias y sátiras sobre la lengua, sobre el cine, sobre los libros de autoayuda, sobre la filosofía, sobre el arte y sobre otras muchas cosas que no decimos porque no nos caben. Ahora se las entiende con los grandes literatos y sus obras en este libro tan bonitamente encuadernado que tienen ustedes en sus manos.