Editorial Samarcanda
No hay leyes para escribir
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Ramón Reig propone un juicio divino a Botín en su ¡No me lo puedo creer!

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Ramón Reig (Sevilla, 1954) es un tipo que merece la pena. Ha realizado pocas incursiones en la narrativa aunque sí bastantes en poesía ?con premios incluidos como el Luis Cernuda?, si bien ya no se considera poeta. Se dedica sobre todo al estudio e investigación de la Comunicación y el Periodismo desde la universidad. Es catedrático de Periodismo de la Universidad de Sevilla, el primero de la historia de esa universidad que procede de la profesión periodística.
Como el mismo Reig afirma, ha trabajado para empresas de izquierdas, de derechas, de centro y de la Iglesia, atesorando la riqueza interior correspondiente. Algunos dicen que pertenece al pensamiento crítico; no obstante olvidan que la crítica también afecta al mismo pensamiento crítico. Reig quiso cambiar el mundo, pero ahora se conforma con comprenderlo y está de acuerdo con Einstein en que la estupidez es infinita.
Hacer pensar entreteniendo, eso es lo que pretende este libro, dirigido en especial a jóvenes y ciudadanos librepensadores, sin prejuicios y permeables al sentido del humor que tanto proliferaba en el llamado Siglo de Oro de las letras ibéricas y que tanto hemos perdido en la actualidad.
Dios, que viene a juzgarnos a todos en el fin del mundo y se encuentra con inesperadas circunstancias que van a dificultar su labor, una pareja en una casa fantasmal, un perro aficionado al videojuego, víctimas de la guerra que se solidarizan con los acomodados ciudadanos occidentales, un poeta que se cree don Quijote, un profesor llamado Cojonciano que ensalza a los corruptos y a los manipuladores, la Virgen que desea cambiar de vida, un periodista entrevistando a los fallecidos en accidentes de tráfico, alguien que le cuenta a un amigo qué hay detrás de la muerte, un meteorito que amenaza a la Tierra, un asesino que vive en un paraíso fiscal, un sujeto intentando embaucar a la muerte, un trapecista con hiperactividad sexual, extrañas infidelidades, un clon embarazado, el mencionado juicio a Botín... Todas estas historias y más transcurren en este libro inverosímil, a primera vista.