La pasión según Eva

Eva Perón, la gran Evita, se sitúa en el foco. Es el propio Abel Posse el que mejor define este libro tan aparentemente inclasificable: "Es una biografía coral, porque son los personajes que la conocieron quienes ponen los coros". Podemos concluir que se trata de un sofisticado reportaje con hechuras de novela, construido a base de entrevistas muy bien seleccionadas y con los cimientos de una esmerada investigación. Resultará inolvidable para el lector el relato minucioso y documentado de la visita famosa de Eva a España y Europa. Hay rasgos y situaciones desopilantes entre Eva Perón y Francisco Franco, conviviendo en el palacio del Pardo, exhumados y descritos por el autor que fue embajador en España y tuvo acceso privilegiado a hechos bizarros, como la obstinación de Eva en liberar a una comunista condenada a muerte. Cosa que Franco tuvo que aceptar. Evita fue la dirigente política argentina por antonomasia, además de una actriz de cierta enjundia en su juventud. En su haber se encuentra el impulso y aprobación de la ley de sufragio femenino en 1947, lo que le valió el ascenso a los altares para la práctica totalidad de la mitad de la población mundial, la mujeril. Su renuncia a la candidatura de vicepresidenta, su fulminante cáncer de útero y su activismo por los derechos sociales son episodios que causaron admiración dentro y fuera de Argentina y que todavía prenden la mecha de un debate ardoroso. Con La pasión según Eva, Posse reconstruye su historia desde la correcta atención a las voces que mejor con la conocieron y con el bisturí filoso propio de un intelectual que no se pliega a modas ni componendas, sino a la verdad histórica y a su juicio interno. No es una obra equidistante ni pensada para complacer a la mayoría. Es el ejercicio riguroso del pensador que necesita recomponer su propio tiempo vital.